¿Qué sería de nosotros sin nuestro smarthphone?
¿Cuándo fue la última vez que saliste de casa sin tu móvil? ¿lo recuerdas? La mayoría de los jóvenes no. Últimamente las nuevas tecnologías se han convertido en una parte de nuestra vida, necesitamos estar conectados, necesitamos mirar cada dos minutos “Twitter” para saber que están haciendo nuestros compañeros y amigos, y lo que me parece aún más fuerte, necesitamos saber cuándo se han conectado estos por última vez.
Según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), el 37% de los españoles se conecta entre 10 y 30 horas semanales y el 9% lo hace más de 60 horas. Según un informe de “TheAppDate” El 72% no lo apaga para dormir, el 80% no lo deja para comer y tan sólo el 1,5% de los usuarios lo deja en casa en vacaciones.
Vivimos en un mundo en el que necesitamos estar conectados, compartir con los demás lo que estamos haciendo a través de las redes sociales, necesitamos tuitear lo bien que estamos con nuestro café Starbucks en la mano para que los demás lo sepan, y lo que más gracia me hace no poder ir al baño sin nuestro Smarthphone. Hay diferentes tipos de redes sociales donde podemos compartir fotos, mensajes, videos, donde podemos interactuar, opinar, reír, maldecir y hasta suplicar para que otros nos regalen “Likes” o nos comenten en nuestros estados.
¿Os imagináis vivir sin las redes sociales? Curiosamente no ha sido hasta cinco años después de que Jack Dorsey inventara este servicio on-line para enviar mensajes de 140 caracteres (Twetter), cuando muchos se sintieron seducidos por tuitear. Actualmente twitter cuenta con más de 200 millones de usuarios en el mundo, un paisaje en el que hasta el mismísimo Papa tiene cuenta en Twitter. En mi opinión la gente no se preocupa por compartir todo tipo de detalles personales en redes sociales, desde nuestra ubicación hasta los días que vamos a pasar fuera de casa, no somos conscientes de todos los datos personales que facilitamos, tanto a gente que conocemos como a los que no conocemos. Lo que está claro es que las nuevas tecnologías nos mantienen sometidos desde que nos levantamos hasta que nos dormimos, cada vez nuestra dependencia con las nuevas tecnologías es mayor. Las nuevas tecnologías y las redes sociales como sí nos facilitan la comunicación y están creadas con ese fin, pero justamente ocurre lo contrario, nuestros jóvenes se aíslan están en silencio concentrados en sus móviles.
¿Cuándo fue la última vez que saliste de casa sin tu móvil? ¿lo recuerdas? La mayoría de los jóvenes no. Últimamente las nuevas tecnologías se han convertido en una parte de nuestra vida, necesitamos estar conectados, necesitamos mirar cada dos minutos “Twitter” para saber que están haciendo nuestros compañeros y amigos, y lo que me parece aún más fuerte, necesitamos saber cuándo se han conectado estos por última vez.
Según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), el 37% de los españoles se conecta entre 10 y 30 horas semanales y el 9% lo hace más de 60 horas. Según un informe de “TheAppDate” El 72% no lo apaga para dormir, el 80% no lo deja para comer y tan sólo el 1,5% de los usuarios lo deja en casa en vacaciones.
Vivimos en un mundo en el que necesitamos estar conectados, compartir con los demás lo que estamos haciendo a través de las redes sociales, necesitamos tuitear lo bien que estamos con nuestro café Starbucks en la mano para que los demás lo sepan, y lo que más gracia me hace no poder ir al baño sin nuestro Smarthphone. Hay diferentes tipos de redes sociales donde podemos compartir fotos, mensajes, videos, donde podemos interactuar, opinar, reír, maldecir y hasta suplicar para que otros nos regalen “Likes” o nos comenten en nuestros estados.
¿Os imagináis vivir sin las redes sociales? Curiosamente no ha sido hasta cinco años después de que Jack Dorsey inventara este servicio on-line para enviar mensajes de 140 caracteres (Twetter), cuando muchos se sintieron seducidos por tuitear. Actualmente twitter cuenta con más de 200 millones de usuarios en el mundo, un paisaje en el que hasta el mismísimo Papa tiene cuenta en Twitter. En mi opinión la gente no se preocupa por compartir todo tipo de detalles personales en redes sociales, desde nuestra ubicación hasta los días que vamos a pasar fuera de casa, no somos conscientes de todos los datos personales que facilitamos, tanto a gente que conocemos como a los que no conocemos. Lo que está claro es que las nuevas tecnologías nos mantienen sometidos desde que nos levantamos hasta que nos dormimos, cada vez nuestra dependencia con las nuevas tecnologías es mayor. Las nuevas tecnologías y las redes sociales como sí nos facilitan la comunicación y están creadas con ese fin, pero justamente ocurre lo contrario, nuestros jóvenes se aíslan están en silencio concentrados en sus móviles.
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